El segundo gobierno de Donald Trump se presenta con la expectativa de acciones relevantes en materia de relaciones internacionales, con claras implicaciones geopolíticas y sus posibles consecuencias estratégicas y hegemónicas. Trump podrá ejercer una fuerte influencia en las corrientes del comercio internacional por medio de la aplicación de tarifas, así como en los mercados financieros, con las decisiones presupuestales, los flujos de inversión y de endeudamiento. En cuanto a las decisiones político-militares, se apunta a intervenciones en conflictos como los que se extienden por Medio Oriente, la guerra en Europa, la relación con China y las medidas que se desplieguen en el espacio de la integración económica de Norteamérica. Esta será una versión “recargada” de su movimiento MAGA (hacer a América grande otra vez).