El apetito por el riesgo en los mercados financieros fue escaso. El peso se debilitó frente al dólar, mientras el oro y el petróleo retrocedieron, pese a que Hamas declaró el fin de la guerra en Gaza; acompañados por las pérdidas en los mercados accionarios de Estados Unidos y México, durante la novena jornada de estancamiento presupuestario estadunidense.
