Reitero la importancia de observar continuamente el crecimiento del volumen de electricidad requerido para la producción de –similarmente– un volumen de bienes y servicios. Y cómo –justamente– crece este volumen de bienes y servicios, de ordinario estimado con el agregado monetario construido con los precios registrados en su intercambio en el mercado, y de ordinario considerando una base trimestral, semestral o anual. Así, siempre comento a mis estudiantes de la UNAM la necesidad de observar con atención esta relación energía-producto y calcular su elasticidad aparente mediante la relación de tasas de crecimiento.