Tras un 2023 “catastrófico” para la producción de frijol –que de acuerdo con datos oficiales cayó a mínimos históricos– y un inicio de 2024 complicado por las fuertes sequías, datos preliminares del sector privado indican que la cosecha de este alimento básico para las familias mexicanas cerró 2024 con un importante repunte, aunque aún bastante lejos de un nivel que garantice la autosuficiencia.